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Historias Excepcionales: John Deere, el hombre detrás de la máquina
John Deere, creador del primer arado de acero autolimpiable, fue también un líder ejemplar. Su filosofía de calidad y perseverancia ha perdurado de manera que, aún 175 años después de su fundación, su compañía es una de las más admiradas del mundo según Forbes.
John Deere nació en Rutland, Vermont, el 7 de febrero de 1804. Su infancia y adolescencia transcurrieron en Middlebury, Vermont, donde asistió a la escuela pública y fue aprendiz de herrero durante cuatro años.
Sus primeros años como herrero
En 1825 comenzó su carrera como herrero jornalero y pronto se hizo célebre por su ingenio y su trabajo bien hecho. Sus pulidas horquillas para heno y sus palas en particular tuvieron gran demanda en la parte occidental de Vermont. Pero la situación económica decayó en Vermont a mediados de la década de 1830; el futuro no parecía nada halagüeño para el ambicioso y joven herrero. Muchas personas originarias de Vermont emigraron al Oeste. Las historias de excelentes oportunidades que llegaban a Vermont entusiasmaron tanto a John Deere que decidió abandonar su negocio e incorporarse al grupo de los pioneros.
Dejando a su esposa y su familia, que vendrían a su encuentro más adelante, partió con un atado de herramientas y un poco de dinero. Tras viajar durante varias semanas en embarcaciones por canales y lagos, y en diligencias, llegó a Grand Detour, un pueblo de Illinois que había sido colonizado por Leonard Andrus y otras personas de Vermont, su tierra natal. Hacía tanta falta un herrero que dos días después de su llegada en 1836 había construido ya una forja y estaba ocupado sirviendo a la comunidad.
Identifica el problema y crea una solución
Había mucho por hacer - herrar caballos y bueyes, reparar los arados y demás equipos de los agricultores pioneros. Los agricultores le explicaron a Deere el serio problema al que se enfrentaban cuando intentaban arar los fértiles suelos del Medio Oeste. Los arados de hierro forjado que habían traído del Este del país se habían diseñado para los terrenos ligeros y arenosos de Nueva Inglaterra. Las ricas tierras del Medio Oeste se adherían a la parte inferior de los arados; era necesario detenerse cada pocos pasos para eliminar la tierra del arado. Abrir los surcos era una labor lenta y laboriosa. Fueron muchos los pioneros que, desanimados, estaban pensando en irse o bien volver al Este del país.
John Deere estudió el problema y se convenció de que un arado bien pulido, con una vertedera y reja de forma adecuada, podría limpiarse a sí mismo a medida que abría los surcos. Deere construyó un prototipo en 1837, a partir de la hoja de una sierra descompuesta, y lo sometió a prueba en la granja de Lewis Crandall.
El arado de acero de Deere resultó ser la respuesta que los agricultores pioneros buscaban para labrar con éxito en lo que en ese entonces se conocía como "el Oeste". Pero la contribución de Deere al avance de la agricultura en los Estados Unidos sobrepasó con creces la creación de un exitoso arado de acero.
Conforme a la costumbre de esa época, los herreros fabricaban los utensilios a medida que recibían pedidos de los clientes. John Deere, por el contrario, empezó a fabricar arados antes de recibir los pedidos. Fabricaba arados y luego los llevaba al campo para venderlos - un método completamente nuevo de fabricación y venta en esa época inicial de los pioneros, mediante el cual los arados "autolimpiables" de John Deere se hicieron famosos.
Haciendo frente a las carencias del Oeste
Fueron muchos los problemas para administrar un negocio de manufactura en el Oeste: entre otras dificultades eran pocos los bancos, deficiente el transporte, y escaso el acero. Los primeros arados de John Deere tuvieron que fabricarse a partir de pedazos de acero que podía encontrar. En 1843 Deere hizo arreglos para obtener un envío de acero laminado especial en Inglaterra. El acero tuvo que cruzar el Atlántico en buque de vapor, subir luego por los ríos Mississippi e Illinois en barco y continuar 40 millas por tierra en carreta hasta la pequeña fábrica de arados en Grand Detour.
En 1846, la primera placa de acero laminado producida en los EE.UU. fue fabricada por orden de John Deere y enviada de Pittsburgh a Moline, Illinois, donde quedaba preparada para su uso en la fábrica que abrió Deere en esa población.
Perseverancia en la Calidad y la Investigatión
Diez años después de haber creado su primer arado, John Deere producía 1,000 arados anuales. En aquella época inicial de su negocio, Deere estableció varios principios que la su empresa continua cumpliendo al pie de la letra. Uno de ellos fue insistir en altos estándares de calidad. John Deere prometió: "Nunca pondré mi nombre en un producto que no tenga en él, lo mejor que hay en mí".
Uno de sus primeros socios censuraba a Deere por modificar siempre sus diseños. Su socio pensaba que todo esto era trabajo perdido ya que los agricultores comprarían cualquier cosa que ellos produjeran. Se dice que Deere respondió: "no tienen obligación de comprar nuestros productos, es más; un competidor podría superarnos y arrebatarnos los clientes".
A lo largo de su historia Deere & Company ha seguido insistiendo en el desarrollo y perfeccionamiento de sus productos. En comparación con la mayoría de las empresas en esta industria, Deere ha destinado constantemente un porcentaje mayor de sus ingresos para la investigación y el desarrollo.
Sus sucesores y la expansión de John Deere hasta la actualidad
En 1868 los negocios de Deere se constituyeron en Deere & Company. Al año siguiente Charles, el hijo de John Deere, fue elegido vicepresidente y tesorero. Más tarde sucedería a su padre como presidente.
Charles Deere fue un empresario formidable; estableció puntos de venta (sucursales) para servir a la red de distribuidores minoristas independientes. Cuando Charles Deere murió en 1907, la empresa ya fabricaba una amplia gama de arados de acero, cultivadoras, sembradoras de maíz y algodón, y otros implementos.
En 1911, bajo la dirección del tercer presidente de Deere & Company, William Butterworth, se incorporaron a Deere seis empresas no competidoras fabricantes de equipo agrícola, convirtiendo a la empresa en fabricante de toda la gama de equipos agrícolas. En 1918 la empresa compró Waterloo Gasoline Traction Engine Company, de Waterloo, Iowa, por lo que los tractores se convirtieron en un importante segmento de producción de John Deere.
Charles Deere Wiman, bisnieto de John Deere, asumió el mando de la empresa en 1928. Durante el período de modernización de la agricultura, el énfasis que puso en el diseño y el desarrollo de productos dio como resultado una rápida expansión de la empresa. A pesar de la crisis económica que azotó al país en la década de 1930, la empresa obtuvo ventas brutas por 100 millones de dólares (por primera vez desde su fundación). Esto sucedió en 1937, año en que celebró su centenario.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Wiman y el presidente de ese entonces, Burton Peek, siguieron insistiendo en el diseño de productos, colocando a la empresa en una posición competitiva favorable en el mercado de la posguerra. Antes de la muerte de Wiman en 1955 la empresa se había ubicado sólidamente entre las 100 empresas de manufactura más grandes del país.
Bajo el liderazgo de William A. Hewitt, quien dirigió la empresa de 1955 a 1982, John Deere experimentó uno de sus períodos de expansión más grandes. Las operaciones de fabricación y comercialización se establecieron en todo el mundo. Deere se convirtió en el principal productor mundial de equipos agrícolas, y un importante productor de equipos para la silvicultura, la construcción y el cuidado de jardines.
Robert A. Hanson, quien fue presidente y director de operaciones, sucedió a Hewitt como director ejecutivo en 1982 guiando a la empresa durante uno de los períodos económicos más difíciles. Bajo su liderazgo la empresa surgió como una organización más dinámica y flexible, más preparada para enfrentar la creciente competencia mundial. La empresa se recuperó de la turbulenta década de 1980 batiendo récord de ventas e ingresos durante los últimos tres años de dicha década.
Hans W. Becherer fue elegido presidente en 1990, sucediendo a Hanson, con quién había colaborado en calidad de presidente y director general. Becherer había participado activamente en las actividades directivas que tanto éxito tuvieron en asentar a la compañía en los cimientos nuevos que exigía la década de 1980 y años posteriores. Al igual que Hanson, Becherer invirtió gran parte de su larga trayectoria profesional en el desarrollo de las operaciones internacionales de la empresa. Durante sus seis años como presidente, la empresa batió récord de utilidades. Becherer fue además uno de los líderes de la renovación urbana del centro de Moline y del desarrollo del Tournament Players Club en Deere Run y el torneo de golf de la PGA, John Deere Classic. Becherer se jubiló en el año 2000.
Al jubilarse Becherer en agosto de 2000, Robert W. Lane fue elegido presidente del Consejo de Administración de Deere & Company. Ya ocupaba el cargo de director general y presidente. La experiencia de Lane en cargos administrativos en John Deere es amplia, habiendo sido entre otros líder de la división mundial de equipo agrícola, así como de las organizaciones de crédito y operaciones de maquinaria en todo el mundo. En el 2006 fue nombrado "director ejecutivo del año" por la revista Industry Week, al haber ayudado a la compañía a obtener ganancias récord.
En la actualidad, la empresa es dirigida por Samuel. R Allen, quien ocupa el cargo desde 2009. Al igual que su fundador, Allen ha mantenido el enfoque de la compañía en la calidad y la investigación de manera que, en el año 2010, el monto destinado a la investigación y el desarrollo superó los 1000 millones de dólares. Es así como, a 175 años de su fundación, John Deere es considerada una de las empresas más admiradas a nivel mundial según la revista Forbes.
Trascender por medio de la ejecución de la estrategia
“Una mala ejecución y NO una mala estrategia, es la causa del 70% de los fracasos de los CEOs” según la Revista Fortune.
No cabe duda de que esta verdad ha permeado la filosofía de John Deere desde sus inicios. La pregunta es ahora: ¿Cómo se ejecuta la estrategia actualmente en su empresa? Si su respuesta es no favorable, puede estar seguro que no está solo. En TRISSA le podemos ayudar a establecer un mecanismo que asegure el seguimiento puntual a su estrategia. A través de nuestros servicios de consultoría, educación ejecutiva, certificaciones y educación ejecutiva, le podemos ayudar a que su estrategia se vuelva parte integral de la operación de su empresa, y no un tema que se revisa una vez al año.
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Autor: Trissa Strategy Consulting
Cardenas, Luis Alberto. Historia de John Deere. Enero de 2009. Sitio de Internet. Julio de 2013.
John Deere. Línea del Tiempo. s.f. Sitio de Internet. Julio de 2013.

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