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¿Por qué el Balanced Scorecard es un instrumento clave para las PYMES?
El Balanced Scorecard es una metodología que ofrece grandes beneficios a las Pymes al permitirles seguir de cerca el cumplimiento de su estrategia y propuesta de valor. Asimismo, les permite incrementar su productividad y crecer rentable en el largo plazo.
Muchas de las grandes corporaciones utilizan la metodología del Balanced Scorecard como un mecanismo para darle seguimiento a su estrategia y comunicar las expectativas a lo largo de la organización. Generalmente se enfrentan a mercados altamente competitivos y tienen una gran variedad de productos y procesos que monitorear. Sin embargo, también cuentan con más recursos para hacer frente a estas condiciones y para impulsar cambios en su estructura interna.
Las Pymes, en cambio, se enfrentan a escenarios radicalmente diferentes, y lo que funciona para las grandes corporaciones puede no funcionar para ellas. La mayoría de las Pymes viven enfrascadas en el cumplimiento de sus objetivos financieros ya que su mayor objetivo es no terminar el mes con números rojos. Por consiguiente, puede ser difícil para los líderes de estas compañías sentarse y planear el futuro de su empresa si la mayor parte de su tiempo está dedicado a “apagar fuegos”.
Sin embargo, los beneficios de utilizar la metodología pueden ser tan significativos para Pymes como para grandes multinacionales. Esta metodología permite a los líderes fácilmente monitorear el desempeño de toda la compañía en tiempo real, permitiendo, de esta manera, tomar acciones correctivas en los momentos más adecuados, en lugar de esperar a que los desperfectos se reflejen en los indicadores financieros para después tomar acción.
El Balanced Scorecard utiliza un enfoque de cuatro perspectivas para exhaustivamente evaluar el negocio, a diferencia del enfoque tradicional que se concentra predominantemente en los bienes tangibles y financieros de la empresa. Al incorporar este análisis exhaustivo, se brinda un marco para la traducción de los objetivos estratégicos en indicadores de desempeño. Éstos últimos se enfocan en medir y retroalimentar el desempeño de la estrategia implementada y las iniciativas estratégicas diseñadas para su ejecución.
Aunque es cierto que las Pymes requieren una menor cantidad de información para llevar a cabo sus operaciones y evaluar su desempeño que la requerida por grandes compañías, el valor que tiene esta información y su efectiva comunicación a lo largo de la pequeña empresa, es esencial para su éxito. El Balanced Scorecard permite que estas empresas se auto-evalúen objetivamente y, por ende, desarrollen estrategias más concisas y sólidas para posicionarse entre sus competidores. Por lo tanto, aunque una evaluación de desempeño a lo largo de la organización puede más sencilla en una Pyme, la necesidad y los beneficios de realizarla son vitales para todo tipo de empresas.
Por otra parte, las Pymes gozan de una ventaja innata al poder alcanzar consensos y comunicar cambios en toda su fuerza laboral con mayor facilidad, lo que, a su vez, facilita la participación de todos. En otras palabras: es más fácil lograr subir a diez personas al autobús que subir a mil, así como también es más fácil identificar qué personas no están dispuestas a subirse al autobús.
Implementar el Balanced Scorecard también ayuda a que la empresa le preste mayor atención a sus procesos y capital humano. Esto permite motivar y entrenar al personal con mayor eficiencia, lo que a su vez se traduce en operaciones y procesos más eficientes. Esto genera resultados de mayor calidad que ayudan a atraer anuevos clientes y mantienen a los clientes actuales más satisfechos.
En pocas palabras, el Balanced Scorecard puede funcionar tanto para una empresa pequeña como para una más grande. Aunque la complejidad del Balanced Scorecard puede ser disminuida y su formalidad atenuada en el contexto de una pequeña o mediana empresa, ni su importancia, ni su utilidad se verán mermadas por el tamaño de la empresa. Las Pymes deben tener en mente que su objetivo principal debe ser el de administrar su desempeño para lograr mayores beneficios. Como mencionó Birch (1998): “El punto clave a recordar es que lo que se mide se gestiona”.
Lo difícil es comenzar
Dar el primer paso puede, en veces, parecer una odisea abrumadora. Es por ello que en Trissa proveemos a nuestros clientes las herramientas y experiencia que necesitan para clarificar su estrategia, traducirla a términos operacionales y monitorearla para asegurar su ejecución efectiva. Hemos trabajado mano a mano con los creadores de éstas mejores prácticas y las hemos adaptado a las necesidades de nuestros clientes. Conozca nuestros enfoques de asistencia en nuestra página de Internet y permítanos ayudarle a ser parte del 10% de las empresas que ejecuta con éxito su estrategia.
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Autor: Trissa Strategy Consulting
Fuente: Von Bergen, C. W. y Daniel C. Benco. A Balanced Scorecard for Small Business. Durant, OK: Southeastern Oklahoma State University, 2004. Publicación en línea.

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